Somos un emprendimiento social. Nos dedicamos a desarrollar habilidades para el trato empático y amable, a través de talleres y soluciones innovadoras, que integran arte, meditación, psicología, pedagogía e investigación.
“Quichay” significa “abrir”. Abrir nuestra perspectiva, mirar hacia adentro para entender lo que está fuera. Buscamos ayudar activamente a que más organizaciones y personas se abran a tener un trato más empático y amable con sus clientes, pacientes, y entre ellos mismos. Lo hacemos desde la empatía, la amabilidad, el juego, la creatividad, la apertura y la experimentación. Batallamos contra el aburrimiento y la desconexión, con una base científica.
¿A qué nos referimos por ‘trato empático y amable’?
A que en las relaciones entre las personas exista de ambos lados una conexión emocional y, por ende, una comprensión de las situaciones que viven los demás, que todos los actores de una comunidad grande o pequeña estén libres de juzgamientos, violencia y discriminación, que sean flexibles y se adapten a distintas circunstancias, que promuevan la solidaridad, la colaboración y el cuidado mutuo.
¿Por qué esto es necesario? Porque en el mundo de hoy, hemos observado que aún queda un largo camino por recorrer en lo que se refiere a empatía en las organizaciones, ya que muchas veces el énfasis está en lograr mejores resultados, mayor productividad, pero el trato hacia las personas tiende a deshumanizarse.
Esto se manifiesta en distintos ámbitos, por ejemplo:
En educación, estudiantes de todas las edades aspiran a tener una relación empática y amable con sus docentes y autoridades educativas, y así gozar de un entorno de aprendizaje más agradable. Sin embargo, muchos docentes y personal administrativo, aún mantienen un trato distante con los estudiantes, basado solamente en sus logros educativos, limitando los espacios de escucha.
En salud, la atención a pacientes muchas veces se caracteriza por una comunicación centrada en la enfermedad que tienen, deshumanizándolos. Además, no siempre se considera el estado emocional tanto del paciente como de los familiares cercanos, lo que puede aumentar el estrés o preocupación de éstos cuando la enfermedad es grave.
En organizaciones que atienden a personas que han vivido situaciones de violencia, aún se presentan casos en los que el trato resulta inadecuado, o incluso agresivo, incrementando el impacto emocional que viven las víctimas.
“Queremos que más directivos y docentes de centros educativos muestren un trato amable con sus estudiantes y padres de familia; que más personal de centros de salud muestren mayor empatía con los pacientes y sus familias; que más personas que trabajan en la atención a víctimas violencia muestren un mejor trato. Queremos más personas demostrando que el trato amable y humano es posible".
— Patricia Cabrerizo, FUNDADORA y directora.
Boletín del año 1 (sept 2021-sept 2022): Accede al boletín